Muchas veces me echáis en cara que ya no escribo tanto como antes, así que hoy voy a escribir como a mí me gusta.
No podía despedir el 2013 sin hacer un resumen de todo lo bueno que me ha pasado en éstos 365 días. El blog -y mi vida- ha cambiado mucho respecto al año pasado y, sinceramente, está como siempre me hubiese gustado aunque todavía queda mucho por mejorar. A pesar de hacer lo que me gusta, sé que el hecho de escribir un blog puede parecer algo frío y distante y, por eso, al cabo del tiempo, puedes ganarte una imagen que no se corresponde en absoluto con tu persona -y aunque no lo creáis, detrás de todo ésto siempre está la misma personita cargada de ilusión-. No me gusta publicar aquí fotos de mi vida personal pero hoy haré una pequeña excepción. Porque los hechos y personas que aparecen a continuación han sido sin duda lo mejor de mi 2013. Un año que, para mí, empezó en junio tras acabar la dichosa selectividad. Un año que también me ha servido para darme cuenta de que los que de verdad te quieren van a estar orgullosos de lo que haces y te van a apoyar hasta el final. De que no hay nada imposible. Quizás sea una soñadora pero sinceramente creo que el amor mueve el mundo y todo tiene un lado bueno. Y una gran parte del lado bueno de todo ésto sois vosotros. Por eso hoy quería compartir algunos de los mejores momentos de mi 2013 fuera del blog para poder leerlos al año que viene y volver a sonreír tanto como escribiendo ésta entrada. Os dejo con todo lo bonito de mi año y os deseo que el 2014 venga cargado de salud, amor y felicidad. Así que, dicho todo ésto...
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